El proceso productivo va a ser distinto en cada uno de nuestros productos.
De los campos de cepas madre obtenemos las ESTACAS y ESTAQUILLAS.
Estas últimas, las Estaquillas, son las que utilizamos para la preparación del barbado. Estas son plantadas directamente en el campo, para que así desarrollen sus raíces y poderlas posteriormente arrancar y servir al cliente, siendo estas injertadas posteriormente en el campo por el propio cliente.
Por otro lado, tenemos las Estacas, que son la base para la producción del injerto, estas se desyeman y se injertan con las yemas obtenidas de sarmientos de viñas de base. Estas yemas pueden ser personalizadas, siento el viticultor el que decide de que cepas se obtienen y las preparamos tal y como el cliente las necesita.
El injerto se realiza con maquina neumática para un sellado idóneo, protegiendo la unión pua-patrón con parafina especial para proteger la planta de cualquier agente externo que pudiese dañarla. Esta precisión en el sellado y parafinado del injerto es clave para obtener una planta de calidad, como son las plantas que Viveros Vila ofrece a sus clientes.
Posteriormente, las plantas se almacenan en cámaras de calor controlado con el nivel de humedad y de circulación de aire requerido y estrictamente controlado. De este modo se asegura un perfecto encallado de la unión pua-patrón.
Una vez llega al punto de maduración óptimo, se sacan de las cámaras de calor y retiran las raíces surgidas durante el encallamiento (despalomado). Se les somete a un tratamiento con hormonas para favorecer el enraizamiento y se parafinan de nuevo para así quedar listas para la plantación.
Este injerto se plantara en el campo para que desarrolle sus raíces y vigor necesarios. Una vez transcurrido el tiempo necesario y obtenido el punto de maduración óptimo, es arrancado del campo y seleccionado.
Antes de ser servida la planta, se seleccionan y se protege de nuevo la unión pua-patrón con cera de injertar. De esta forma la planta ya está lista para ser servida a cada cliente.
